Esquiar con niños. Un placer y una responsabilidad.
Los que practicamos cualquier disciplina relacionada con la nieve, sabemos que lo más probable es que termines enganchado. Solo hay un peligro y es tener una mala primera experiencia. Esto se acentúa más en el caso de esquiar con niños. En Extrenieve nos enorgullecemos de prestar una atención especial a los niños, para que su primer contacto con la nieve sea un éxito.
No nos queremos dejar nada, así que este tema tan interesante os lo mostraremos en dos post. Vayamos con el primero.
DISFRUTAR y DIVERTIRSE
Algo que está por encima de cualquier consejo es que el niño debe de divertirse con la nieve y el Esqui / Snow.
Hablamos de esquiar con niños. Se trata de que el niño no vea la nieve como algo negativo (frío, humedad, viento). Sino como algo positivo, para jugar, divertirse y pasárselo bien con sus padres o hermanos. Nuestro primordial objetivo es que se divierta. Esto vale tanto para los más pequeños, como para aquellos que ya han comenzado a coger el primer remonte.
Si tienen una actitud positiva cualquier contratiempo será una aventura. En cambio si ya van predispuestos a que todo es negativo, cualquier problema será la excusa perfecta para subirse al coche y no volver nunca más.
EDAD
Prácticamente pueden esquiar desde que pueden andar, pero existen unas edades «ideales». Los 4-5 años sería una edad para poder comenzar. También depende del niño, de su evolución y de la asiduidad con la que podemos acudir a la nieve. Es una edad para comenzar, y para que el niño haga sus primeros pasos. Se habitúe con el material, los remontes, pero sin esperar ni exigirle grandes progresos.
Muchos consideran la edad correcta los 8-9 años, sólo por cuestiones de desarrollo psicomotriz.
Cuando el niño/a tenga dicha edad, será cuando realmente veremos progresos, Y podremos ya ir exigiendo que pueda tomar todo tipo de remontes y bajar por todo tipo de pistas.
INICIACION GRADUAL
Según la edad de iniciación, la progresión será mayor o menor. Al esquiar con niños, debemos conseguir en un primer momento que adquieran una serie de hábitos. Por eso no es descabellado que con pocos años, lo llevemos a la nieve para que se habitúe a dicho medio. Y a los complementos que se utilizan. Pero siempre en un principio la nieve debe ser un JUEGO para ellos.
Cuanto antes se acostumbre a todas estas “incomodidades” las verá como algo normal cuando va con sus padres a la nieve.
Después de forma gradual, comenzará en el PARQUE/JARDÍN DE NIEVE. Allí podrá jugar y comenzar a dar sus primeros pasos con unos esquís. Se habituará al casco, a las gafas de ventisca, a los primeros remontes y a los profesores.
Y serán los propios profesores de esquí encargados del jardín de nieve, los que nos indicaran el siguiente paso a dar con el niño.
Si todo va bien, el niño comenzará en las pistas de debutantes. Las estaciones disponen de pistas, con cintas o arrastres “suaves” para que los niños y principiantes comiencen a “esquiar de verdad”. Aquí el niño adquirirá el hábito de coger un arrastre, o más adelante una silla, aprenderá a guardar cola. También se colocarán una tortuga para proteger la espalda o un peto para que el resto de esquiadores les identifiquen y vayan con cuidado.
Aunque es algo muy seguro para los padres, a ellos no les gusta nada. Y es que quedan “atrapados” de tal forma que casi les impide moverse en el telesilla ¡
Gracias por llegar hasta aquí y no te pierdas la segunda entrega de este interesante tema, el próximo post. Mientras, os esperamos en nuestra Sierra Nevada ¡¡ Visita su jardín de nieve